¿Vivimos en una ciudad sostenible?
Organizadores de la I Cumbre Nacional Socio Inclusiva Ambiental y de la Biodiversidad Intensa “Ciudades Sostenibles” consideran a Bambamarca como una ciudad sostenible. Pero, ¿realmente vivimos en una localidad así?
Hace unas semanas, el alcalde provincial Edy Benavides Ruíz recibió un reconocimiento a su labor edil por hacer de su provincia una ciudad sostenible, esto durante la I Cumbre Nacional Socio Inclusiva Ambiental y de la Biodiversidad Intensa “Ciudades Sostenibles”, realizada en Trujillo.
El mérito respondía a que el organizador de este evento -ONG Chakakunata Awaspa – ONG al parecer dedicada a fomentar el emprendimiento - considera a Bambamarca como una ciudad sostenible. Pero, ¿realmente vivimos en una localidad así?
Empecemos aclarando que, según el Ministerio del Ambiente, una ciudad sostenible es una Agenda de Gestión Local que busca aplicar áreas de actuación de importancia clave y facilitar la conexión entre estas, basada en sus dinámicas sociales, económicas y ambientales, para contribuir a resolver los problemas en las ciudades y los causados por ellas. Vincular las Ciudades Sostenibles con el Cambio Climático permitirá una adecuada gestión local, que mejore la calidad de vida de sus habitantes y propicie la mitigación y adaptación de los efectos de este fenómeno global.
Este concepto ha sido trabajado desde hace varios años por instituciones y plataformas, públicas y privadas en el resto del mundo. En el ámbito peruano, existen ya algunas iniciativas; no obstante, éstas han desarrollado acciones muy dispersas y sin continuidad.
Una ciudad, para ser considerada sostenible, debe, entre otros aspectos, trabajar en:
Planificación del territorio; Vulnerabilidad y riesgos; Movilidad y transporte; Construcción sostenible; Calidad ambiental (aire, suelo, agua) y residuos; Recursos hídricos; Eficiencia energética; Áreas verdes y Biodiversidad urbana;Marino costero (de tener mar); y Seguridad alimentaria y agricultura urbana.
A simple vista, vemos que la gestión de Edy Benavides, solo es sostenible en cuanto a corrupción se refiere, ya que, desde que asumió el cargo ha venido enfrentando diversas denuncias de corrupción, entre ellas, la sonada denuncia que se hizo por haber ejecutado el pago a la empresa Marapa sin que se haya realizado la obra y que trajo consigo el “despido” de funcionarios.
No se cuenta con un Plan Urbano, ni que decir de un Plan de Desarrollo Concertado.
¿Y Construcción Sostenible y Transporte? Pues, también anda mal. La obra de la Avenida La Paccha, una de las principales vías de nuestra ciudad, la cual se prometió entregarla en abril de 2016, sin embargo, hasta la fecha no sabemos cuándo estará lista. Otra obra emblemática, debió ser el mejoramiento de la avenida Túpac Amaru, una construcción que, a poco tiempo de ser entregada, presentó grandes deficiencias ocasionando el malestar de vecinos, transeúntes y transportistas. Todos somos testigos como tenemos que transportarnos diariamente, sin ninguna seguridad, señalización ni control y nos deja las peores pistas y veredas del Perú
Ya, pero todos pensaríamos que, en los componentes de Calidad Ambiental, Recursos Hídricos y Eficiencia Energética, estamos punteros, pues Edy Benavides es el otrora defensor del medioambiente. Sin embargo, en dichas materias Bambamarca da pena, pues de la planta de tratamiento de aguas residuales, el único logro fue el viaje a Uruguay con gastos pagados por la municipalidad para el señor Edy y algunos otros funcionarios. En cuanto a los residuos sólidos, nuestro “alcalde ecológico”, usa botaderos de basura, el recojo se hace en carretillas por personal sin mascarillas ni guantes, tampoco se cuenta con un plan integral de gestión de residuos sólidos – PIGARS, pues basta con salir a la calle para darnos cuenta.
Y es que, si el alcalde Edy Benavides no ha logrado cumplir siquiera alguno de los componentes, ¿cómo es que ha sido merecedor de este galardón? Todo bambamarquino se sentiría orgulloso de merecer un reconocimiento como tal, pero si la realidad es otra, parece más una broma de mal gusto; por lo tanto, exigimos a nuestro burgomaestre Edy Banvides que, en vez de asistir y gastar recursos de la Municipalidad en eventos de reconocimiento organizados por entidades sin ningún prestigio (la supuesta ONGD CHAKAKUNATA AWASPA ni siquiera tiene página web y que no figura en los registros de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional –APCI, registro donde figuran todas las ONGDs serias del país), concrete las obras que el pueblo tanto le reclama.
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