La exministra de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli, destacó que las Uniones de Crédito y Ahorro (UNICA), impulsadas por la Asociación Los Andes – Newmont en alianza con Cofide (Corporación Financiera de Desarrollo), permiten la inclusión financiera de los pequeños productores de Cajamarca. Precisó que una característica de las UNICA es que se financian con los aportes de sus miembros, quienes logran financiar sus emprendimientos y otras actividades.
“El modelo que vemos en Cajamarca involucra a más de 5000 cajamarquinos y cajamarquinas. Es un modelo local basado en la comunidad, en una organización de las comunidades, que ofrece a los miembros de cada UNICA esa caja de herramientas, para que puedan desarrollar sus actividades, sea aprovechar una oportunidad de negocio, un emprendimiento o guardar sus recursos para usarlos en el futuro, o simplemente hacer una inversión con pequeños montos que tengan”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que la inclusión financiera ofrece a los ciudadanos es una caja de herramientas, donde cada persona busca aquellas herramientas que le sirven en cada momento para atender distintas necesidades. “Para unos, lo más importante de la inclusión financiera es contar con buenos instrumentos de ahorro, para otros acceder a un crédito, para otros utilizar medios de pago o de remesas o transferencias. Cada persona debe identificar su necesidad”, indicó.
“Lo más interesante del del modelo de las UNICA es que estas se financian con los aportes de los miembros, son como un pequeño pandero inicialmente que logra crecer y ofrecer estos estas distintas herramientas a sus miembros y que tiene un impacto muy positivo en las finanzas de los miembros, pero también en sus comunidades”, afirmó.
Aclaró que no es un proceso fácil. “No es que uno y sus ocho vecinos se juntan y dicen vamos a hacer una UNICA y mañana la tenemos constituida. Es un proceso que requiere entrenamiento que requiere gestionar con mucho cuidado. Cuando son asuntos de dinero hay que tener mucho cuidado en cómo se llevan las cuentas, tiene que ser muy transparente, tiene que ser muy claro para todos los miembros cómo se están usando estos recursos y eso requiere un proceso de desarrollo de capacidades financieras”, precisó.
“No solamente conocer los términos y saber cuál es la tasa de interés y esas cosas, sino entender la dinámica de esta organización y asegurar no solo su buen funcionamiento sino este manejo muy transparente para que todos los miembros mantengan la confianza en su desarrollo y eso exige una cosa que muy pocas veces vemos en nuestro país desgraciadamente que es un trabajo de mediano plazo”, agregó.
Destacó que el equipo de Cofide y ALAC Newmont de Cajamarca requiere al menos tres años de capacitación y acompañamiento a los pequeños productores para que la UNICA funcione de manera autónoma y eso es bastante. “Eso cuesta dinero y cuesta que haya un equipo que hace visitas, que responde preguntas, que entrena a los socios de cada UNICA”, expresó.
“Lo interesante es que después de 5 o 6 años de tener una UNICA funcionando en una pequeña comunidad rural, se comienzan a ver impactos en la comunidad en la capacidad de la comunidad de desarrollar emprendimientos. Lo que lo que vimos en Cajamarca hace un par de semanas fue como a partir de este modelo de inclusión financiera se han podido financiar emprendimientos que han permitido cambiar de cultivos”, subrayó.
“Por ejemplo, hacia cultivos de mayor valor en el mercado como son las fresas o las rosas o los arándanos, a emprendimientos más tradicionales, crianza animales menores artesanía, pero también emprendimientos muy novedosos que responden a una oportunidad que vio alguien de esa comunidad. Había una señora muy interesante Vilma que ha puesto un lavadero de carros, porque su comunidad queda cerca una pista y ella emplea da trabajo a otras tres señoras de la comunidad tiene un negocio que crece que le va bien y ella ahora es una pequeña empresaria”, añadió.
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