Cajamarca es reto, paradoja, contradicción, conflicto, riqueza, pobreza, historia, cultura… ¿esperanza?
Ser una de las regiones con mayor riqueza mineral del país y haber sido una gran productora ganadera, láctea y agrícola, para en cuestión de 8 años pasar a ser la región con mayor índice de pobreza monetaria en el Perú, nos hacen pensar que Cajamarca es todo aquello. Pero ¿hay esperanza para esta gran región?
Mesías Guevara fue electo con la misión de generar un cambio profundo que fuera capaz de revertir la situación paupérrima, de recesión y crisis, por una de desarrollo y progreso, tal y como Cajamarca puede alcanzar y se merece vivir. Dejar atrás el pasado del Movimiento de Afirmación Social (MAS) y empezar a escribir una nueva historia.
En este contexto, el nuevo gobernador no tiene tiempo para desperdiciar y, nos consta, ha iniciado gestiones para recibir la inversión que necesita en la gestión del cambio. Fue elegido para presidir la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales y con ello pudo poner a Cajamarca en el centro de atención de las autoridades nacionales y regionales.
No aceptó el chantaje de aquellos que quisieron “medirle el pulso” con manifestaciones ideologizadas nacidas de las mentes de pseudo dirigentes que esconden sus ideas retorcidas e intereses personales en la justa causa por el cuidado ambiental.
Ha manifestado en muchas ocasiones estar abierto a la inversión, tanto pública como privada y, si bien esto no sea aún suficiente, sí es una actitud que nos permite mirar el futuro con esperanza, con esta virtud que han percibido en el pueblo cajamarquino quienes han decidido apostar con grandes capitales por el desarrollo, como Michiquillay y nuevos impulsos para mejorar los emprendimientos mineros ya existentes que, además, colaboran activamente en potenciar las diversas actividades económicas que se desarrollan en la región y en darle a los ciudadanos una mejor salud y educación.
Por todo esto podemos decir que, en 66 días, Mesías Guevara ha sembrado esperanza y ahora esperamos cosechar desarrollo.
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