Juan Carlos Mondragón, gerente de Desarrollo Económico del Gobierno Regional de Cajamarca, sostuvo que las empresas mineras pueden ayudar a mejorar la productividad y competitividad de la agricultura y de la ganadería lechera. Destacó que de esa manera se aseguraría la seguridad alimentaria y el desarrollo del sector agropecuario de Cajamarca.
“El sector privado también tiene que participar en una mirada de competitividad y ahí es donde siempre solicitamos que el sector privado que mire a la región Cajamarca no solo como un entorno de su actividad económica, sino en el marco territorial del desarrollo de la competitividad de la región”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Remarcó que el sector privado tiene gran importancia porque Cajamarca tiene un techo de casi 400 millones de soles en obras por impuesto de nivel regional, provincial y distrital. “Si nosotros nos uniéramos en una provincia, por decir San Pablo, y viéramos que hay una necesidad de hacer un reservorio en Tocurumí, que cuesta 120 millones de soles, el sector privado a través del mecanismo de obras por impuestos pudiera reactivar este reservorio, tendríamos hectáreas para palta Hass de exportación que genera mano de obra”, indicó.
Enfatizó que el Gobierno Regional ha firmado 18 convenios con organizaciones de agricultores, para mejorar su competitividad. “Con los Procompite, cerca de tres millones 200 mil, los cuales van a ir a mejorar la productividad y la competitividad de su sector. Está el café, los lácteos y el maíz morado, que están yendo a la agricultura familiar de subsistencia en asociatividad”, precisó.
Destacó que el tema de asociatividad y cooperativismo lo vemos muy fuerte en el norte, desde Cutervo, Jaén y San Ignacio. “En la zona centro-sur todavía existe la desconfianza, no ven los beneficios porque a veces en el Estado cometemos errores. Cuando generamos algunas fuentes de financiamiento, por ejemplo, Agroideas o Procompite, que solamente se generan para este fondo concursable y no lo estamos viendo que además de ser un fondo concursable debe ser un fondo para que genere calidad de vida en el grupo de asociatividad”, precisó.
“Hay que saludar el emprendedurismo, pero lo que buscamos en Cajamarca además del emprendedurismo es la competitividad del sector. Ahí tenemos un sector cafetalero muy competitivo, no tenemos un sector de la cadena de papa competitivo, tenemos muchos volúmenes, pero el rendimiento es bajo, en el tema de leche igual”, afirmó.
Inestabilidad política perjudica a sector agropecuario
También dijo que la inestabilidad política está perjudicando al sector agropecuario en Cajamarca. “En aquellas regiones, que están articulando con el sector, hay cambios importantes de profesionales. Nosotros propusimos una reactivación económica mirando un escenario de hambruna por la sequías e inundaciones en Cajamarca”, expresó.
“Algunos ministerios no entienden que es la coordinación interinstitucional. Si los recursos de Foncodes, del Ministerio de Inclusión Social podrían articularse a estos planes sería excelente y todos trabajaríamos en esas líneas. El país está perdiendo la oportunidad en el tema de la articulación”, apuntó.
Destacó que el distrito de Cortegana es un modelo que hay que seguir, porque hay una articulación entre gobierno nacional, regional y local. “Los pobladores se dieron cuenta que el tema de la asociatividad es sumamente importante en estos momentos de pandemia y ahora de hambruna”, declaró.
Señaló que Cajamarca tiene cerca 5 mil cabezas de ganado y hay que mejorar el pasto. “El INIA, que ha desarrollado pasto para la zona, pero hay que hacerlo sostenible. Hemos desarrollado un modelo en el que los productores o coordinadores de la zona tienen que generarse un puesto de trabajo a través de la asistencia técnica. Hoy los encaminamos, pero luego ellos solos tienen que hacer la asistencia técnica ya con las capacitaciones técnicas que hemos dado en estos dos años”, indicó.
“Tenemos 85 cochas trabajadas, que hacen más o menos 810 mil metros cúbicos que se incorporan a la agricultura familiar y benefician a tres mil productores. Después con el programa ‘Revolución azul’ estamos cerca con 300 microreservorios, estamos en 600 mil metros cúbicos que benefician a 4 mil personas”, dijo.
Destacó, además, la labor del plan “Victoria”, que está articulado con los colegios. “Ahí hemos trabajado 780 biohuertos con 131 colegios y hemos tenido la participación de 6 mil alumnos y profesores, porque necesitamos hacer seguridad alimentaria en nuestra región, para trabajar en algo sostenible en los recursos”, subrayó.
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