La investigadora del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), Alicia Medina Hoyos, informó que están realizando diversas actividades para enfrentar el impacto del cambio climático en la agricultura de Cajamarca. También dijo que están capacitando a los agricultores en nuevas tecnologías para la siembra y el control de plagas.
“Estamos trabajando por ejemplo actividades desde el suelo que sería labranza cero, que es una actividad que disminuye o reduce en primer lugar los costos de producción y en segundo lugar evita el trabajo que se hace con tractor o con yunta dependiendo de las condiciones. Esa es una de las alternativas que nosotros estamos investigando para aplicarlo en los campos de los productores”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que los datos globales del 2022 indican que las partes por millón que se tiene en el ambiente es superior a 418 exactamente y lo que se necesita para que la vida transcurra normalmente es 350. “Esto es preocupante y para ello hay actividades que está realizando el INIA, como por ejemplo la plantación de árboles a través del Programa Nacional de Forestales”, indicó.
“Estamos haciendo la réplica Porcón, que es un modelo de desarrollo, en otras provincias de la región, ocho provincias exactamente. Y por la parte de agronomía, estamos orientando a nuestros productores con tecnologías inocuas, como es el caso de control de gusanos de la mazorca, que se utiliza aceite comestible y con ello estamos evitando el uso de pesticidas y por supuesto evitando la contaminación del ambiente”, afirmó.
Enfatizó que están capacitando a los productores para que entiendan las ventajas del uso de las diferentes tecnologías en la siembra y control de plagas. “En la última campaña 2022 las siembras ya no fueron octubre y noviembre, como normalmente se acostumbra, sino fueron en diciembre inclusive enero”, precisó.
“Eso genera un cambio de fecha de siembra por un lado y por otro tal vez las plagas podrían incidir más. Estamos evaluando, por ejemplo, la presencia de gusanos en mazorca. Hemos visto la presencia de mayor cantidad no solo del gusano mazorquero, sino también del que proviene de una mosca. De allí la importancia de que nuestros productores conozcan de la tecnología de control de estas plagas con el uso del aceite comestible”, agregó.
Informó que todas las semanas se reúnen los directivos de las diferentes instituciones relacionadas con el sector agrario para abordar la problemática del cambio climático. “No se ha podido sembrar todo el mes de noviembre. Sí se pudo sembrar diciembre enero, pero se ha reducido por lo menos un 30% en lo que es maíz morado y eso genera problemas porque no podemos abastecer al mercado interesado en este proceso”, subrayó.
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